El Dragón Rojo: Michael Mann Vs. Brett Ratner

Bueno, tras mi retiro espiritual vuelvo para hablar de dos películas que van de lo mismo, hablo de las adaptaciónes de la primera novela de la serie del doctor Hanibal Lecter, sí, como leéis, la primera, que a pesar de la creencia popular, es anterior a "El Silencio de los Corderos", y tuvo una adaptación cinematográfica muy poco conocida.
La historia en sí va de lo mismo que la más conocida de la saga, comienza a morir gente, y el inspector Graham (quien atrapó a Lecter) se ve obligado a pedir ayuda al doctor Lecter para cazar al culpable, que no es otro que un pobre hombre atemorizado por su difunta abuela, no, no hablo de "Psicosis", pero se dan un aire pequeñito. La cosa es que este personajillo busca una transformación, y para ello, lleva a cabo extraños ritos ligados a sus crímenes.



Manhunter.

Ésta es la primera y más desconocida de las dos, anterior a "El Silencio de los Corderos" de 1986 ni más ni menos, y del conocido director Michael Mann.
En el reparto encontramos como Graham al archiconocido William Petersen, o más conocido como Gil Grissom de CSI, Joan Allen en el papel de Reba, Denis Farina como Crawford, Tom Noonan como Dollarhide, y a Brian Cox como Lecter entre otros.
Como película tiene una estética muy depurada y cuidada, los 10 primeros minutos son casi como estar en un sueño, tiene ritmo hasta llegar al desenlace, donde todo se va al traste.
Como adaptación tiene infinitas carencias y malas adaptaciónes, después de un desarrollo bastante fiel a la novela, en cuanto llega el desenlace se lo cargan por completo, por no decir que los protagonistas son el Dragón Rojo y Graham, y el Dragón no se sabe absolutamente nada de nada, cero, no conocemos sus motivaciones ni por qué usaba los dientes de su abuela ni nada de nada. Y por parte de Graham... tanto se empeñaron en mostrarnos sus ansias de atrapar al asesino que al final acaba pareciendo un demente, cuando realmente es un tío con miedo, atermorizado al hacer lo que hace, y demasiado cauteloso. Pero nada, los personajes principales no tienen fondo alguno.
Del doctor Lecter sólo puedo decir que ni tanto ni tan calvo, en las nuevas adaptaciónes es tan repipi que parece que le han metido un palo por el culo, pero en esta es un macarra... ni tanto ni tan calvo...
Y en general la caracterización de los personajes deja que desear, y sobre todo la de El Dragón Rojo, que debía ser un hombre con pelo pulcramente peinado, y con unos musculazos que ya los querría cualquiera, mientras que en esta película está calvo y tiene menos musculatura que yo.

Al menos como adaptación de la novela toda ella menos el desenlace están bastante bien hechos, quitando la ausencia del desarrollo del señor Dollarhide.

El Dragón Rojo.

En éste caso la película corre a cuenta de Brett Ratner y data de 2002.
En el reparto vemos al gran Ralph Fiennes como Dollarhide, uno de mis actores preferidos además, Edward Norton como Graham, al nada conocido (no que va!) Anthony Hopkins como Lecter, Harvey Keitel como Crawford, Emily Watson como Reba y Philip Seymour Hoffman como Lounds entre otros.

En ésta ocasión se centran demasiado en el Dragón y Lecter, y Graham pierde protagonismo. A pesar de que el señor Lecter no está para muchos trotes, aparece más de lo debido con ese aspecto de vieja demasiado maquillada, pero bueno...
Como adaptación de la novela deja más que desear, pero esta mejor economizado el tiempo, no sé si me explico. Además, es más explícita que la primera, que la primera se pasaba de recatada en todos los sentidos.
Todos los actores dan la talla, y tienen unas caracterizaciones cojonudas (con perdón), lo único a destacar es que Dollarhide era rubio y no moreno, pero eso seria ponerse muy exquisito.




De tener que quedarme con una de las dos, elegiría sin duda como adaptación la última, tanto por los actores, como el tema que trata, el Dragón Rojo, que la novela se centra bastante en éste personaje, y es lo más interesante de todo; pero como película prefiero "Manhunter" ¡Que cojones! es una peli bien hecha.

Pero como se suele decir, para gustos.... Los colores.